Arquitecto portugués reconocido internacionalmente Álvaro Siza es uno de los arquitectos más apreciados de todos los tiempos. Su obra se ha descrito como “modernismo poético”. Algunas de sus obras más notables son: La Casa de Té de Boa Nova en Leca da Palmeira, Facultad de Arquitectura de la Universidad de Oporto, Museo de Arte Contemporáneo de Serralves, así como Monumento al poeta Antonio Nobre.
En 1992, cuando se le concedió el prestigioso Premio Pritzker, Siza fue acreditado como uno de los primeros modernistas, describió cómo “sus formas, moldeadas por la luz, tienen una engañosa simplicidad sobre ellas; son honestas”. Ahora en 2019, a los 86 años, Siza sigue fiel a su identidad.
Como muy tarde Feria Internacional del Mueble de China Shanghai, (CIFF 2019), Álvaro Siza ha creado magistralmente el Pabellón Siza para Camerich. Como muestra de su generosidad, Siza ha hecho otra gran contribución a la comunidad del diseño. En el ajetreo de una de las ferias del mueble más grandes y concurridas del mundo, Siza ha hecho lo impensable: ha creado un santuario, transportando a una nube nueve, entrando en un estado de euforia. La arquitectura es, en esencia, la base de todo diseño. Es la arquitectura la que proporciona el espacio y el telón de fondo en el que pueden exhibirse todos los diseños. La arquitectura ha inspirado algunos de los conceptos de diseño más notables.
Con el Pabellón Siza, todos los que lo recorran realizarán un viaje que nos transportará de vuelta a lo básico. Este Pabellón representa en sí mismo el principio y el futuro de este camino en el que nos hemos embarcado. Ya no se trata de muebles en una feria. Este pabellón nos recuerda la razón por la que hacemos lo que hacemos.
El revestimiento exterior del Pabellón Siza está compuesto en su totalidad por lana mineral y papel de aluminio, un material poco convencional que no sólo resulta práctico por sus propiedades insonorizantes, sino que también crea una superficie de una belleza inusual que refleja una ilusión siempre cambiante de colores, movimientos y siluetas.
El interior del espacio es austero, monótono y escultural. Presenta estrechamientos de caminos, complejos pliegues de las paredes hacia dentro y hacia fuera, creando interés desde todos los ángulos. Al fin y al cabo, Siza ha creado otro legado para sí mismo, una sala de exposición de muebles que no muestra muebles, sino que nos provoca a ver y experimentar desde una perspectiva totalmente diferente.